Obsolescencia programada

Seguramente alguna vez te hayas preguntado “¿Por qué los productos electrónicos duran cada vez menos?”, “¿Cómo es posible que desde 1911 exista una bombilla que siga funcionando y hoy en día su vida útil se haya visto reducida a la mitad?” Este tipo de cuestiones nos las hemos planteado en algún momento de nuestra vida cuando nos hemos dado cuenta de que los productos que compramos cada vez duran menos. Esto tiene un nombre: obsolescencia programada.

Empleada en economía para ocultar numerosas prácticas nefastas que sólo persiguen el beneficio de unos pocos. Comenta Annie Leonard en La historia de las cosas, que la obsolescencia programa “es la elaboración consciente de productos de consumo que se volverán obsoletos en el corto plazo por una falla programada o una deficiencia incorporada”. En el documental de TVE nos muestra nuevos puntos de vista y formas de ver esta situación  y cuenta como numerosos productos son expresamente diseñados para que dejen de funcionar apenas se cumple su garantía de 2 años.

Esta iniciativa parte de la motivación económica que existe por parte de los productores que  tienen para elaborar productos con una vida útil limitad, para ello tratan de inducir intencionalmente a los clientes a seguir comprando nuevas versiones de estos productos a medida que falla o muere el anterior. Esto nos provoca que nos planteemos la siguiente pregunta: ¿Por qué el mercado no penaliza a los productores que utilizan la obsolescencia programada, y no beneficia a la producción de productos durables?

La respuesta es clara, el actual sistema de mercado sólo se interesa por el precio, ya que es un factor financiero, el que regula la totalidad de las economías modernas. Como éstas se basan en el deuda y el crédito, la mayoría de los productos se planifican para durar mientras se siguen pagando, de esta forma crean una dependencia entre producción, consumo y crédito. La obsolescencia programada, se podría denominar como “el motor secreto de nuestra sociedad de consumo”.

Por tanto, la obsolescencia programada solo beneficia al productor dado que en algún momento fallará el producto y obligará al consumidor a que adquiera otro producto ya sea del mismo productor, adquiriendo una pieza a reemplazar o comprar totalmente nuevo el producto. Se utiliza en diversidad de productos, y esto provoca que exista el riesgo de reacción adversa por parte de los consumidores al descubrir que el fabricante invirtió en diseño para que su producto se volviese obsoleto más rápidamente a fin de que los cliente srecurran a la competencia y basen su elección en durabilidad y buena calidad del producto.

Os dejamos el documental que ofreció TVE donde explicaba todo lo relacionado a este tema. ¿Que pensáis acerca de esto?

https://www.youtube.com/watch?v=iob5r7GoEeE

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