Seguramente si tenéis un smartphone, una de las cualidades que más te gustan de él son su infinidad de aplicaciones: juegos, conectividad, GPS, pantallas brillanes, música, etc. Pero, por otro lado, tenéis que lidiar con una problemática batería, y su corta duración. Por suerte existen algunos trucos para que ésta dure un poco más, y sin perder la mayoría de las aplicaciones.
Una de las recomendaciones que he encontrado en Internet se refiere a dejar la batería, o todo el smartphone, en lugares que no estén expuestos a temperaturas extremas. El uso de fundas y sistemas de manos libres puede ser una buena medida para mantener nuestro terminal resguardado en «ambientes agresivos». Otra de las posibilidades es apagar la conexión 3G si lo único que necesitamos durante la mayor parte del tiempo es llamar por teléfono, recibir mensajes o mandar un correo electrónico.
También es importante desactivar los servicios innecesarios, por ejemplo Bluetooth, conectitividad WiFi, GPS, y Exchange Server, por ejemplo. Todos estos servicios se están «alimentando» continuamente de nuestra batería y consumen una gran cantidad de recursos. Cuando los necesitemos sólo tendremos que volver a activarlos en el panel de preferencias correspondiente. Otra de las formas más sencillas de mantener la batería es limitar el brillo de la pantalla. Además, muchos smartphones permiten configurar cuántos segundos queremos que la pantalla permanece activa cuando interactuamos con el teléfono.