Samsung Galaxy Gear: un reloj que convence cuando lo pruebas

Un capricho muy caro, así es como se ha denominado al reloj inteligente de la compañía surcoreana, el Samsung Galaxy Gear. Y lo cierto es que, aunque su precio es realmente elevado, no deja de ser un producto novedoso que acaba convenciendo a los usuarios cuando lo prueban.

¿Qué es el Samsung Galaxy Gear? Un reloj. No podemos buscar funciones especialmente destacables en el Galaxy Gear, pues en realidad debe verse como un reloj que se lleva en la muñeca, y si partimos de ahí, en lugar de la premisa de que es un dispositivo que abrirá las puertas del universo, entonces sí empezamos a encontrar aspectos muy positivos.

Como reloj, es realmente bueno y vistoso. Podemos instalar distintos tipos de reloj, e incluso personalizar el nuestro propio para que tenga el aspecto que nosotros queramos. Todo depende de las aplicaciones que hay desarrolladas, y una de ellas sirve para crear un reloj propio. Sin embargo, más aplicaciones de ese tipo en el futuro podrían ampliar las posibilidades en lo que a personalización se refiere, permitiendo que incluso las marcas relojeras pudieran sacar sus propias apps. Obviamente, como buen reloj, también incluye un cronómetro y una cuenta atrás.

Pero a todo esto hay que añadirle sus funciones extra, entre las cuales nos encontramos la de poder realizar llamadas, por medio de su conexión con el teléfono, realizándolas el propio smartphone en sí mismo, pero utilizando el altavoz y el micrófono del reloj. Por otro lado, incluye una cámara para poder capturar fotos y vídeos, aunque es de 1,9 megapíxeles, por lo que no podemos esperar una gran calidad.

Pero lo mejor es el sistema de correos electrónicos y notificaciones, que nos permite leer los correos recibidos en el propio reloj, sin tener que sacar el smartphone. Asimismo, sabremos cuándo se nos ha mencionado en Twitter o en Facebook, así como cuándo hemos recibido un SMS.

Por otro lado, nos encontramos con todas las aplicaciones que se pueden instalar en el reloj inteligente. Algunas de ellas tratan de controlar los pasos que damos, siendo un podómetro, o incluso los kilómetros que recorremos cuando salimos a hacer deporte con la bicicleta. Las posibilidades son múltiples y ya son bastantes los desarrolladores que han adaptado sus aplicaciones al nuevo reloj inteligente.

Conclusiones: El Samsung Galaxy Gear es un reloj que, aun siendo algo costoso, acaba convenciendo al usuario que lo prueba. En lo personal, hemos comprobado que acaba resultado útil, aunque sea mínimamente, y un accesorio para llevar diariamente. Quizá el mayor problema que nos hemos encontrado es que Samsung no ofrezca garantías de resistencia al agua. Es difícil no mojarlo al lavarse las manos. Y sí, es cierto que un reloj con la correa de piel también debemos quitárnoslo al lavarnos las manos para evitar que esta se dañe. Sin embargo, si se moja sabremos que aguantará, y en el peor de los casos solo habrá que cambiar la correa. En este caso, un reloj de 300 euros podría dañarse por un simple despiste que, además, suele ser algo habitual.

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