Quizá algunos de vosotros conozcáis lo que es la Apnea del Correo Electrónico, un síntoma que se acuñó en el año 2008, y que hace referencia al estrés que tienen los usuarios cuando utilizan el email. Pues bien, parece que es algo común cuando utilizamos el ordenador. ¿Os habéis percatado de si respiráis cuando estáis escribiendo con el teclado?
Los dispositivos electrónicos pueden generar estrés, aunque parezca mentira, y eso es algo de lo que no nos solemos dar cuenta los que lo utilizamos a lo largo de muchas horas. ¿Por qué después de pasar un largo rato sentado frente a un ordenador nos sentimos en un estado de nerviosismo y estrés? Por no respirar de la manera correcta.
La situación es muy fácil de entender. Seguro que muchos de los lectores os habéis enfrentado en algún momento a un examen escrito. Lo más normal es que cuando uno ha leído las preguntas y se dispone a comenzar a escribir en el papel, contenga la respiración mientras procede a redactar la respuesta. Y algo semejante ocurre cuando vamos a escribir un artículo, un email, o simplemente a consultar los nuevos correos. ¿Por qué? Cuando accedemos a nuestra bandeja de entrada de correo, nos encontramos una gran cantidad de emails, que pueden contener noticias alegres, noticias tristes, comunicaciones que tenemos que responder, comunicaciones que nos exigen más trabajo.
Debemos elegir qué correos leer antes, cuáles atender, qué trabajo realizar en primer caso, qué resolver ya y qué dejar para después. Todo eso tiene un efecto directo en nosotros, y es que modifica nuestra respiración, haciendo que no sea constante, y que en muchos casos, sea insuficiente. Y lo mismo ocurre cuando estamos escribiendo un texto que es importante. En el caso de muchos usuarios, escribir texto con un teclado es una cuestión de trabajo. Cuándo abordar un tema, cuándo pasar al siguiente párrafo, qué palabras utilizar, tratar todos los contenidos necesarios… Lo más normal es que mientras que estamos utilizando el teclado respiremos de manera incorrecta e irregular.
¿Qué significa eso? Al igual que en la redacción de la respuesta a una pregunta en un examen, tendemos a no respirar cuando centramos la atención en la redacción de un texto con el teclado. En el mejor de los casos, respiraremos cuando nos falte el oxígeno, aunque ya será demasiado tarde como para considerarlo una respiración regular. En el peor de los casos, provocaremos una falta de oxígeno muy importante. En ambas situaciones, estamos sometiéndonos a una situación que deriva en un cuadro de estrés, y que a la larga tiene sus consecuencias.
Aunque parezca mentira, trabajar en una cómoda silla con un ordenador puede llegar a ser realmente estresante, solo por el hecho de tener que escribir, o consultar el correo electrónico. En realidad, si pensamos en todos los momentos en que utilizamos un ordenador y se presenta una situación en la que contenemos la respiración, nos daremos cuenta de que se convierte en algo importante. La espera hasta que carga una página web, hasta que se ejecuta un programa en concreto, hasta que se abre un documento en el que vamos a trabajar, el envío de un correo electrónico… no es nada que debamos tomar a la ligera.
Si hemos detectado estrés después de utilizar un ordenador, o que, en efecto, somos de los que contemos la respiración frecuentemente, tenemos una solución, realmente sencilla. Controlar la respiración. Es importante, aunque sea simple. Controlar que respiramos mientras utilizamos el teclado para escribir, y que lo hacemos a un ritmo constante, es algo a lo que prestar atención, y que en el futuro podría tener consecuencias positivas en nuestra salud.