LG ha presentado su nuevo e innovador televisor que ya es el primero curvo de la compañía, el LG EA9800. Su principal característica, aparte de ser una pantalla curva, es su precio, de 10.000 euros, lo que lo convierte en una novedad tecnológica de momento solo al alcance de los más adinerados.
Desde luego, la compañía que más ha innovado este año en el mundo de las pantallas curvas ha sido, sin duda alguna, LG. No solo ha presentado el primer smartphone flexible del mundo, el LG G Flex, sino que además ahora está presentando su primera televisión curva que, aunque no es la primera en el mercado, sí que representa una verdadera evolución en lo que a la política de nuevas tecnologías de la compañía se refiere.
Por supuesto, a pesar de la pantalla curva con la que se presenta este LG EA9800, se conserva lo que se espera de una televisión de alta calidad, algo que no siempre ocurre con las primeras versiones de dispositivos en los que se aplica una nueva tecnología. Este televisor es de 55 pulgadas, y mantiene una proporción panorámica, utilizando tecnología OLED. Esta última es la que permite que el grosor de la televisión sea en determinadas zonas realmente bajo, pues no es necesario un panel de iluminación adicional. Así, el grosor mínimo es de 4,5 milímetros, con un peso total inferior a los 17 kilogramos.
En lo que se refiere al sistema de sonido, nos encontramos con unos altavoces piezoeléctricos de Kyocera que parecen más una elección de diseño por parte de la compañía que una apuesta por la calidad, pues existen altavoces de mejor rendimiento. En cualquier caso, estos altavoces transparentes situados en las esquinas inferiores del televisor le aportan un aspecto realmente bueno pudiendo conservar la barra inferior sin necesidad de añadir altavoces en los laterales. Así, se consigue que la imagen llegue completamente hasta el borde de la televisión. Además, los cinco altavoces en total son capaces de ofrecer una potencia de salida de audio de 40 W.
La nueva LG EA9800 no tiene carencias en otros campos por incluir la pantalla curva. Sigue teniendo una buena visión desde un ángulo realmente grande, conservando el contraste y el color. La matriz de colores que utiliza este televisor es de cuatro subpíxeles por cada píxeles, siendo WRGB, lo que quiere decir que cada punto incorpora un LED blanco, uno rojo, uno azul, y uno verde.
Pero no son solo las únicas novedades en una televisión que LG ha diseñado para ser una de las mejores de las que dispone actualmente. La construcción de la misma combina el plástico con la fibra de carbono para conseguir una gran resistencia, por lo que no debemos temer que sea una televisión frágil por ser curva.
El mando tampoco es convencional. Se trata del Magic Remote Voice, al que podremos hablarle para controlar el televisor por medio de la voz. Pero además, sirve como puntero, lo que será ideal para dibujar y desplazarnos por la pantalla cuando utilizamos las funciones de red, como el navegador a Internet, o los servicios de Smart TV de LG.
Y todo esto sin olvidarnos de la tecnología 3D con la que cuenta esta pantalla, que solo requiere de gafas fabricadas para visionado en tres dimensiones, sin necesidad de red eléctrica.
El precio, por supuesto, está a la altura de una televisión que destaca por no tener prácticamente carencias. Solo aquellos que busquen lo mejor y no les importe gastar una cantidad de dinero considerable se podrán hacer con este nuevo televisor. Su precio de 10.000 euros demuestra que es una televisión de alto nivel que incorpora una serie de nuevas tecnologías que, dentro de un tiempo, serán mucho más asequibles.