Cuando era niño y estaba en el colegio, una de las cosas que menos me gustaba era aprender amultiplicar. No es que haya sido malo multiplicando, porque, que yo recuerde, sacaba buenas notas, pero eso no quería decir que me gustara estar memorizando las famosas ‘tablas’ del 2, del 6, del 9, y demás.
Sin embargo, creo que hubiera sido más interesante y mucho más sencillo, aprender a multiplicar con el método japonés. ¿Cuál es ese? Uno muy fácil y hasta divertido, que sería mucho más que conveniente para que los niños les agarren el gusto a las matemáticas.
Este método de multiplicación consiste en trazar unas líneas de acuerdo con las cantidades a multiplicar, a fin de que formen intersecciones que luego vamos a agrupar en una especie de conjuntos, tres en total, como ven en la imagen que les he puesto en esta nota.
Por ejemplo. Ahí tenemos que multiplicar 13 x 12. Si nos lo dicen así nada más, estoy seguro que no muchos darán con la respuesta de manera rápida, y al querer hallar la respuesta, probablemente sintamos flojera de hacerlo. Por eso, mejor sería trazar estas líneas: dibujamos una línea y otras tres de manera separada en una sola dirección, para representar el ’13′ (en el dibujo se han hecho una línea de color rojo para el 1, y tres líneas azules para el 3). Luego, volvemos a dibujar las líneas necesarias para representar el ’12′, pero en dirección contraria, haciendo que lleguen a una intersección con las líneas anteriores (una línea de color verde para el 1, y otras dos de color negro para 2).
Entonces, una vez que están dibujadas, trazamos tres elipses: una para la intersección de uno de los extremos, otra para el grupo de intersecciones del medio, y otra para el grupo de intersecciones del otro extremo. Contamos el número de intersecciones que hay en cada conjunto manteniendo el orden, y ya está: 156.
¿Qué les parece? Interesante y divertido, ¿no?