El buen uso del balance de blancos de tu cámara de fotos puede cambiar drásticamente los resultados de las fotografías que realizas. Aunque en la mayoría de ocasiones el balance de blanco automático tiene resultados aceptables, un ajuste manual puede hacer que una fotografía mediocre resulte una foto de gran calidad.
Aunque cada cámara de fotos tiene unos menús propios, se suele encontrar por norma general el balance de blancos manual en la sección de Balance de blancos, debajo de preajustes. Se suele representar con un icono con dos flechas y un rectángulo en el centro.
Una vez que hayas localizado esta opción, encontrarás tus ajustes previos (suelen tener números de cuatro dígitos al lado) y otra opción más, que indica que puedes editar dicha opción a tu gusto.
Si eliges esta segunda opción, la cámara entra en modo de toma de fotografías y a partir de ese momento tienes que buscar un área de color blanco y pulsar el botón de disparo. Con esta acción la cámara interpretará que ese es el blanco de la escena que quieres fotografiar y ajustará el resto de parámetros de color de forma automática tomando como referencia el blanco que le has indicado.
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